La expresión “estoy bien” forma parte automática de nuestras respuestas en un saludo típico; en ocasiones agregamos con certeza y con fe “Gracias a DIOS” reconociendo que Él obra en nuestras vidas para bien. Si dedicamos más tiempo a una pregunta más profunda: -¿en verdad estoy bien?- o -“¿que significa estar bien?”- para obtener estas respuestas hay que trabajar la paciencia y el discernimiento.
Veamos como referencia a Job, siervo de DIOS. Los siguientes argumentos nos permiten observar que ¡Job estaba bien!.
- En la parte emocional, Job estaba bien; pues tenía Esposa e Hijos con quien compartir su vida (Job 1:2).
- En la económica, Job estaba bien; pues tenía bienes en abundancia (Job 1:3).
- En el desarrollo personal, Job estaba bien, pues la Biblia nos dice “…y era aquel varón más grande que todos los orientales” (Job 1:3).
- Job tenía el Don de la Exhortación; pues Elifaz expresa de él “Al que tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían” (Job 4:4).
- Job era altruista; “Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de ayudador” (Job 29:12).
- Job tenía lo más importante en su vida: tenía Comunión con DIOS. “…y era este hombre perfecto y recto, temeroso de DIOS y apartado del mal” (Job 1:1).
Si tuviéramos la oportunidad de conversar con Job, probablemente le preguntaríamos -¿Cómo está usted Job?- Y su respuesta seguramente sería -¡Bien Gracias a Dios!-. De un momento a otro, la vida de Job dio un giro impresionante; calamidad tras calamidad afectó su vida. Ante esta nueva y trágica situación, Job mantuvo su integridad. Es complicado entender cómo es que Job no hizo caso de los llamados de sus amigos y aceptar que en algo estaba fallando, no podían ver más allá de la calamidad. Job aceptó su condición y le solicitaba a Dios que le ayudara a entender por lo que estaba pasando.
“Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”
Job 1:21
Para nosotros tal parece que existe una tendencia general a estar bien en todos los ámbitos de nuestra vida, lo cual debe implicar un esfuerzo o una suma de esfuerzos para lograrlo. El problema surge cuando confundimos el hecho de “estar bien” con “estar en mi zona de comodidad”; es decir, cuando ya hemos tenido algunos logros personales y al estar ahí no buscamos más, muchos de nosotros también llegamos a pensar que el éxito no es para todos y que nuestra condición es porque Dios así lo quizó, nos conformamos y decimos “así estoy bien”.
La Biblia nos exhorta a no conformarnos.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobeís cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
Romanos 12:2
Job ciertamente estaba bien; pero le era necesario continuar con su crecimiento y fortalecimiento espiritual. Quizás no comprendía lo que ocurría, pero sabía perfectamente que Dios tenía un propósito para él (Job 1:22).
Así que la exhortación para nosotros es buscar siempre estar bien con Dios. Esta comunión será fundamental para afrontar las diversas situaciones que se nos presentan en la vida. Debemos además, evitar confundir el “bien estar” con “estar en mi estado de comodidad” lo cual sería el equivalente a estar conformado a este siglo y no esforzarnos por obtener todo lo bueno que tiene Dios guardado para cada uno.
CONVERSANDO CON DIOS: Hagamos de nosotros la oración y será Dios quien nos de la sabiduría para emprender un nuevo esfuerzo en nuestras vidas.
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