La Biblia siendo el libro más leído y conocido del mundo tiene incontables escritos e interpretaciones; así como datos interesantes que lo hacen un libro único. Si nos damos la oportunidad de leer un poco sobre este libro nos encontraremos con datos como los siguientes:
- Que ha sido traducida a más de 2000 idiomas, sin contar los dialectos y lenguas aún vigentes.
- Cuenta con poco más de 1400 años de historia y participaron más de 40 autores en su escritura.
- No hay otro libro que tenga más respaldos de los escritos originales que la Biblia, en la antigüedad antes de existir las impresoras, cuando un autor hacía una copia a mano de las escrituras, verificaba que estuviera exactamente igual que los originales, por ello la Biblia actual dice lo mismo que los escritos antiguos originales.
Y como este tipo de datos encontraremos muchos más que son interesantes; pero debido a toda la información que existe puede ser que nos confundamos y no confiemos en la veracidad de este libro.
En nuestros días existen problemas como la avaricia, la corrupción, las envidias, los adulterios, etc., los cuales también existieron en la antigüedad. Sabemos también que hace ya muchos años los hombres disponen de leyes que buscan equilibrar los hechos de la humanidad para que no se salga de control y podamos convivir en armonía en un mundo donde el hombre sólo acaba con su entorno.
Desde lo más inmenso como el Universo y lo más diminuto como las moléculas podemos estudiar las leyes que obedecen, que están presentes en nuestra vida y los identificamos por medio de sus propiedades, las leyes que se han estudiado por medio de los años nos ayudan a comprender su origen, funcionamiento y desarrollo. Gracias a los avances científicos la humanidad se puede ubicar como parte de este universo y también estar conscientes del lugar que ocupamos como parte de un ecosistema, todo se mantiene en continuo movimiento y hay leyes que explican la evolución de todo una organización de seres vivos.
Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Jeremías 6:16
Comparado con lo antes mencionado, la Biblia también contiene leyes que obedecen el mandato de un Creador de todo el Universo, podemos cuestionar todo lo que se nos venga en mente sobre la creación, la humanidad y su origen; la Biblia, hasta Dios mismo. Todo lo que queramos preguntar sobre religión, iglesia, espiritualidad, etc., tiene una respuesta según los hombres, nos pueden dar datos históricos y fuentes de libros que ayudan a que personalmente generemos una opinión, sea verdadera o falsa, esta puede estar basada en creencias erróneas. Antes de formarnos una opinión hay que razonar si el conocimiento que Dios ha dispuesto para el hombre tiene fundamento, sus leyes al ser verdaderas, le pueden dar sentido a muchas cosas que conocemos hoy en día, podríamos encontrarle sentido a nuestras vidas y al propósito de las mismas.
Podemos encontrar explicación a las leyes naturales del Universo y de la Creación, todo poniéndolo en tela de juicio buscando LA VERDAD, no la que nos pudieran contar o enseñar, sino una verdad que por medio de los hechos verificamos y comprobamos que es buena para todos, un paso más a ser diferente y no terminar siendo parte de una multitud que pareciera entregar sus pensamientos a la ignorancia, a todos nos gusta que nos hablen con la verdad y es nuestra obligación verificar si los conceptos aprendidos son los correctos.
Demos una oportunidad a la Biblia, comprobemos si es una verdad o una mentira y no permitamos que alguien más nos diga cómo creer en ella y en su autor, que si hay algo bueno en ello, lo podemos considerar para hacerlo parte de nuestra vida, estudiándolo todo y reteniendo lo bueno. La Biblia así como su autor es uno solo, y la debemos leer de esa forma, permitiéndole un tiempo para que nos muestre su verdad y la profundidad de su conocimiento.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12