La Biblia nos enseña la importancia de poner en práctica lo que aprendemos de ella en nuestra vida diaria. Por ejemplo, Santiago 1:22 dice: “Pero sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” (Reina-Valera 1960). Esto significa que no debemos simplemente escuchar las enseñanzas bíblicas, sino que debemos ponerlas en práctica en nuestra vida.
En la Biblia está la teoría, pero nuestra vida diaria la practica de todo su conocimiento, desde lo más simple hasta lo complejo. Cada mandamiento y enseñanza de Dios, nos muestra un aspecto de nuestra vida para perfeccionarlo. Jesús y sus enseñanzas transmiten el poner en practica todo ese conocimiento. Los Fariseos y Saduceos juzgaban a las personas por que no hacían lo que ellos. Cristo los reprende porque todo su conocimiento no les servía para entender lo fundamental de la Ley de Dios.
Vayan, pues, y aprendan qué significa: Misericordia quiero y no sacrificio. Porque yo no he venido para llamar a justos, sino a pecadores. Mateo 9:13
Y recibían la reprensión no por que no tuvieran el conocimiento, sino porque no ponían en práctica las enseñanzas de la escritura. “Así que, todo lo que les digan háganlo y guárdenlo; pero no hagan según sus obras, porque ellos dicen y no hacen”. Mateo 23:3
Así que por medio de la forma de actuar de estos hombres, Cristo nos enseña dónde enfocarnos, para cumplir con el Mandamiento del Maestro.
Lucas 6:46-49: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que os digo? Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las hace, os mostraré a quién es semejante: Semejante es a un hombre que edificó una casa, la cual cimentó sobre roca; y vino una inundación y dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo menear, porque estaba cimentada sobre roca.”
Este es un recordatorio de la importancia de poner en práctica las enseñanzas bíblicas. Es una decisión personal aceptarlo como nuestro Maestro, pero si lo vamos hacer, busquemos poner en práctica sus enseñanzas, de este forma comprobaremos su efectividad y poder.
Otro ejemplo, es cuando Jesús enseño sobre el amor a los enemigos, en Mateo 5:44 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.” En este caso Jesús nos enseña la importancia de poner en práctica el amor, y no solamente escucharlo, sino hacerlo. El amor se muestra en acción como lo dice la escritura en 1ra. de Corintios 13. El amor se muestra, no sólo se dice. Y si digo amar a los demás el nos recomienda a comparar nuestra forma de amor con la que El Eterno nos enseña.
Colosenses 3:16-17, dice: “La palabra de Cristo habite en vosotros ricamente, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gratitud en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos e canciones espirituales, dando gracias siempre y por todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”. Este versículo nos muestra la importancia de permitir que la palabra de Cristo viva en nosotros y de enseñar y exhortar a otros a hacer lo mismo, al mismo tiempo que agradecemos a Dios en todo momento.
La importancia de poner en práctica las enseñanzas bíblicas nos llama a ser un ejemplo para los demás en cómo vivimos nuestra vida diaria, 1 Pedro 2:12 dice: “Vivid como ejemplo para los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” Este versículo nos recuerda que debemos ser conscientes de cómo vivimos nuestra vida y ser un modelo para otros de cómo seguir las enseñanzas bíblicas.
En conclusión, la Biblia nos enseña la importancia de poner en práctica lo que aprendemos en nuestra vida diaria, y nos llama a ser un ejemplo para otros en cómo vivimos según las enseñanzas de Cristo.