Deja atrás las tinieblas, la oscuridad de este mundo por medio de Jesús, el propósito del hijo de Dios para la humanidad es dar luz, aquel alivio que necesita ante tanta maldad, Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12.
Para tener a Jesús en tu vida se requiere quitar todos aquellos escondrijos de vergüenza, esas acciones que reprende la conciencia como el robar, mentir, la violencia para que, en consecuencia; habite luz en tu vida y así resplandezca la lumbrera del evangelio de la gloria de Cristo. 2 Corintios 4:1-9.
La pregunta es: ¿Cristo vive en ti? Para que habite Cristo en tu corazón, todas tus acciones deben estar fundadas en el amor, creer y tener la fe del Jesús, algunas de sus enseñanzas que resaltamos hoy son las del sermón del monte para llevarlas a la práctica:
- Dar a los que te pidan y no des la espalda a quienes te pidan prestado.
- Ama a tus enemigos, ora por los que te persiguen.
- Ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
- Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar.
- Busquen el reino de Dios, por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.
- No juzguéis.
Viviendo de tal manera, podremos confirmar la expresión del Apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, más vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí” Gálatas 2: 20.
De modo que llegó el momento de dejar atrás aquel hombre lleno de errores y ser una nueva criatura, olvidando nuestra mala manera de vivir, nuestros pecados fueron perdonados para tener una renovación, ahora somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10
Finalmente, el propósito de Jesús es dar luz a todo aquel que ande en oscuridad. Éste será cumplido cuando seas parte del objetivo brindando virtud, paz al necesitado y seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo; Filipenses 2:15