“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.” Santiago 3:2
Este es nuestro punto de partida en el que reconocemos que de algún modo hemos ofendido a alguien, pero la perfección y el dominio propio se dan cuando somos respetuosos con las personas y evitamos decir una mala palabra.
“Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!” Santiago 3:4-5
Nuestras palabras y nuestras expresiones le dan dirección a nuestra vida, si usamos expresiones negativas del tipo “no puedo”, “jamás lo lograré”, etc. Así se cumplirá, así que invertir nuestra expresión traerá grandes beneficios.
Un ejemplo del uso de expresiones es:
- Negativa: “Apresúrate porque si no, llegaremos tarde!!”
- Positiva: “Apresúrate y llegaremos temprano!!”
Hay otros factores que también intervienen como la convicción (FE) y la acción (obras).
“Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios.” Proverbios 6:2
¿Alguna ves nos hemos metido en líos sólo por algo que dijimos? Seguramente si, como lo expresa este Proverbio nuestras palabras nos comprometen para bien o para mal, no es nuestra firma lo que realmente trasciende, ES NUESTRA PALABRA LA QUE REFLEJA TU COMPROMISO.
Ejemplo: Veamos como le responde Moisés a Faraón cuando Faraón se compromete a dejar libre al pueblo de Israel. (por cierto, faraón no cumplió su palabra y hubo consecuencias).
“Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios.” Éxodo 8:10 Seguimos hablando del impacto de nuestras palabras… “Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” Santiago 3:9-10
Debe existir congruencia en nuestra vida, si amamos a DIOS también amamos al Prójimo y además tenemos amor propio, mostremos ese Amor Bendiciendo a las personas que nos rodean y por supuesto a DIOS. Como lo expresó Job en un momento de profunda aflicción: “y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” Job 1:21
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.” Mateo 12:36-37 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21
Nos gusta escuchar acerca del Amor de Dios para con nosotros, pero también debemos prestar atención a las advertencias.
“La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.” Prov 15:1-2 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;” Santiago 1:19
Las Sagradas Escrituras nos exhortan a ser pacientes y prudentes en nuestro hablar. Que útil es permitir que la persona que se dirija a nosotros agote todos sus argumentos antes de que nosotros demos respuesta o consejo.
“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Romanos 10:8-10
¡¡Maravilloso!! Hemos llegado a la frontera entre la FE y las DUDAS; entre la FE y el ESCEPTICISMO. De una cosa se confirma nuestro corazón, desarrollar nuestra FE no nos hará daño alguno, por el contrario, dará propósito a nuestra Vida.
Nos leemos en el siguiente microestudio, que Dios nos siga bendiciendo con su palabra.