//!!Cuán amables son tus moradas,
oh Jehová de los ejércitos!//
//Codicia y aun ardientemente desea
Mi alma los atrios de Jehová;//
//Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.//
Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
//En tus altares, oh Jehová de los ejércitos//