La creación que nos narra el libro de Génesis en sus primeros capítulos, describe día por día lo que Dios hizo y que era bueno para nosotros, el séptimo día fue señalado como un reposo y conmemoración a la obra perfecta. Hay muchos pensamientos e ideologías acerca de la creación, vamos a darle una oportunidad a Dios de narrar su propia creación.
EN el principio crió Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.
Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.
Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. Génesis 1:1-5
Cada día de creación nos narra cómo Dios formó e hizo todo el universo. El sol, la luna y las estrellas; las bestias, la hierba y toda su creación. Todo en orden y en 6 días que duró la creación, a cada cosa puso leyes para que no fueran traspasadas, todo funciona perfectamente y todo tiene un propósito para beneficio de los seres que se encuentran vivos. Nosotros como parte de la creación, también se nos han señalado leyes y estatutos, pero al contrario de las bestias, nosotros podemos tomar la decisión de obedecer o pasar por alto lo que Dios nos señala. Fuimos creados sin la capacidad de crear, pero bien podemos destruir y gastar todo lo que está a nuestro alrededor sin el cuidado de que prevalezca para las generaciones futuras, esto lo hacemos cuando ignoramos las leyes sobre las cuales fueron creadas.
El hombre fue la obra grandiosa de Dios, el único ser creado a imagen y semejanza suya, se nos dió la capacidad de enseñorear sobre el resto de los seres vivos como lo menciona Génesis 1:26 “Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.”
Sin esa creación especial que era el ser humano, todo lo demás que existe no tendría propósito alguno.
Porque así dijo Jehová, que crió los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la crió en vano, para que fuese habitada la crió: Yo Jehová, y ninguno más que yo. Isaías 45:18
¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házme lo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando las estrellas todas del alba alababan, Y se regocijaban todos los hijos de Dios? ¿Quién encerró con puertas la mar, Cuando se derramaba por fuera como saliendo de madre; Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad. Y establecí sobre ella mi decreto, Y le puse puertas y cerrojo, Y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante, Y ahí parará la hinchazón de tus ondas? Job 38:4-11
A todas estas preguntas no podríamos responderlas adecuadamente si hacemos de lado al que hizo la creación. Porque ninguno de nosotros tuvo ese poder, o estuvo en el principio, ahora vemos el resultado de todo lo que nos permite conocer, pero es un conocimiento limitado a las capacidades que se nos han otorgado. Porque en seis días se hizo la creación y el séptimo día fue un día que conmemora el poder y la gloria de un Dios que lo puede todo, en ese día señaló un reposo eterno, un reposo donde el ser humano recordaría de generación en generación que un día para Dios, son como mil años y mil años como un día (2da. Pedro 3:8). No importa cuánto trabajemos y nos esforzemos en hacer nuestra propia obra, ninguna se compara a la obra magna y eterna de Dios.
Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. Génesis 2:1-3
El sábado es una institución de Dios que hace al que llega a su conocimiento, reflexionar y razonar sobre la creación y recordar que siempre estará ahí, para enseñarnos el propósito que tenemos dentro de su creación, nosotros tratamos de cuestionar el que tiene Dios para nosotros, pero solo somos una mínima parte de aquello que Dios creó.
También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Marcos 2:27
Así que el sábado fue creado para nosotros, porque Dios no necesita descansar, pero nosotros sí necesitamos un descanso para no olvidar y conectarnos con la creación de Dios. El sábado no solamente es por memorial de la creación, también es para el cumplimiento de las promesas, una figura de lo que está por venir, si llegamos a comprender lo que encierra el sábado y lo guardamos, adquiriremos santidad y bendición que imparte Dios.
Los que optaron por ignorar los planes de Dios, se hicieron fatuos y no se les ha dado acceso al conocimiento, por ello han cambiado el día del reposo por el domingo, aquí no hay intervención de nadie solamente el mismo hombre ha ordenado que se haga tal cosa, recordemos que Dios no cambia y sus leyes son perfectas y eternas.
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? Números 23:19
Recuerda que sólo hay un Dios y que todo lo que hace es perfecto, nosotros también fuimos hechos perfectos, dentro de la creación somos lo más especial, para nosotros es todo lo que tenemos en la tierra, también el universo cuenta la historia de las manos de Dios, si aceptamos esto para nosotros es el conocimiento del día sábado, día de reposo y de bendición para todos los que lo guardan, porque desde el Génesis hasta el Apocalipsis nos narra la misma creación y en ella el sábado está siempre presente.