El tiempo en nuestros días tiene una característica muy singular, parece que vuela como el humo, con todas nuestras actividades y ajetreos podemos demandar más tiempo para terminar todo lo que necesitamos hacer. Si bien los días pudieran ser acortados por diferentes circunstancias, en lo que nos vamos a enfocar es, si hemos administrado bien nuestro tiempo.
Si es así, que sea el parte de nuestra vida y nos acompañe en lo que hacemos, podemos compartir las bendiciones que tenemos y que son promesas que Dios ha cumplido en nuestra vida, comparte con #DiosBendice. Si no lo hemos involucrado en nuestras vidas porque pensamos que tenemos una mejor forma de hacer las cosas, entonces vamos a considerar lo siguiente.
Cada día se presenta una oportunidad de cambio, no conscientes de éstas oportunidades podemos ver la vida como algo cotidiano. Los cambios que queremos para nosotros siempre van a ser buscando un bien: ser mejores hijos, empleados, padres, jefes, emprendedores y todo lo que hagamos. Sin darnos cuenta podemos tener la oportunidad de ser los mejores en todo lo que hacemos, sabemos que es necesaria la capacitación y el estudio en esas áreas, pero lo más importante ¿Dios se encuentra involucrado en lo que haces?
No te jactes del día de mañana,
porque no sabes qué traerá el día.
Proverbios 27:1
¿Somos de los que dejan las cosas para el día de mañana?. El tiempo de nuestra vida no lo valoramos hasta que algo malo pasa en nuestro entorno, nadie puede decir cuánto tiempo de vida vamos a tener, quisiéramos saber cuándo y cómo moriremos para estar preparados, para aprovechar más la vida, no dejar tanto tiempo al ocio, y que cuando digamos que vamos hacer una cosa, la hagamos. Pero la realidad es que es nuestra dificultad dejar las cosas para mañana o para el último momento, algo que hemos ya identificado como parte de nuestra cultura, nos justificamos porque ya es algo normal y la mayoría tiene el mismo pensamiento.
Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
Santiago 4:13, 14
Dios no se agrada de las personas del mañana y que echan largas cuentas de su vida como si tuvieran el propio control, proyectándose como seres inmortales que no necesitan del creador para llevar su vida en orden y santidad. La realidad es que no somos seres inmortales, ni tampoco tenemos el control del tiempo. Lo que sí podemos hacer es: tomar el control de nuestras decisiones y aprovechar lo que se nos ha dado de vida. Así cada momento es especial, cada momento es oportunidad de mejorar y de buscar a Dios, no esperando que llegue la eternidad o que las cosas que están escritos en los profetas comiencen a suceder.
Leemos en las noticias que hay eventos que están sucediendo, hay muchos peligros en las calles y en nuestras ciudades que nos alarman; accidentes, desastres, guerras y rumores de guerras. En los medios parece entre tanta información que una guerra está por venir, también podemos pensar que para eso falta mucho, pero en realidad si es que se desata o no, Dios quiere que le busquemos en este momento cuando tenemos tiempo, que nuestra fuerzas nos dan la capacidad de acercarnos y de hacer su voluntad. De hacer el bien, buscar la paz y la justicia de Dios, de enmendar los problemas con nuestro prójimo y de ser los mejores en cualquier cosa en la que nos desempeñamos.
Hoy, no mañana, nuestro Dios quiere que busquemos sus bendiciones aunque el día parezca lejano, aunque no nos sintamos preparados y aunque las condiciones sean adversas, el quiere que le busquemos hoy.
Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes:
SI OIS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCÁIS VUESTROS CORAZONES. Hebreos 4:7
Para todos se presenta hoy la oportunidad de escuchar y de buscar a Dios, así que no endurezcamos, no nos neguemos, nada malo nos puede pasar si de todo corazón le buscamos, y no como el hombre pueda errar de la enseñanza, sino como dios quiere que le busquemos. Hoy que podemos leer las escrituras, que podemos meditar en su palabra y que podemos preguntar acerca de los planes que tiene para nosotros. Que podemos abrir la puerta a la posibilidad de que todo lo que Él promete sea verdadero, que no tarda su promesa como muchos la tienen por tardanza.
Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cerca.
Isaías 55:6
Antes que lleguen los malos días, hay que buscar a Dios, su hijo se encuentra a la puerta esperando que abramos nuestro corazón para que nos haga conocedores de su verdad, porque hoy hay oportunidad de salvarse, mañana puede ser un tiempo que ya no veamos, que ya no sea real ni posible para cada uno de nosotros.