Las naciones siempre han estado presentes en la Biblia, no sólo habla del pueblo de Israel, nuestro Dios nos enseña que su deseo es que reconozcan que hay un solo Dios sobre el universo y que se arrepientan de su iniquidad con la que han actuado. Las formas de gobierno que conocemos se inclinan a favorecer a unos pocos, haciendo de lado la justicia y la igualdad; aunque las naciones tienen leyes y muchas de ellas son justas, el dominio sobre los demás ha llenado su corazón de soberbia y codicia, llevándolos a cometer injusticias.
Por tanto, esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra. Sofonías 3:8
¿Por qué nuestro Dios se enoja contra las naciones? Recordemos que no importando la nacionalidad de donde seamos, todos somos criaturas suyas y Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos recurran al arrepentimiento (2a. de Pedro 3:9). Al tener este deseo, ha puesto a Israel como ejemplo una luz, las naciones han sido testigos del poder de nuestro Dios, vamos a ver dos ejemplos.
- El primer ejemplo: Entonces Faraón dijo a sus siervos: ¿Podemos hallar un hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan prudente ni tan sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el trono yo seré mayor que tú. Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. (Génesis 41:38-41) Ni la Biblia ni los historiadores bíblicos nos dan datos de quién fue el Faraón del tiempo de José y del Éxodo, pero los eruditos argumentan que en referencia al Éxodo los israelitas construyeron las ciudades egipcias Pitón y Ramesés, las cuales estaban asociadas con Ramesés II, y que por las referencias históricas creemos que fue el faraón de la opresión. ¿Qué objetivo tuvo que un israelita gobernará Egipto? y ¿Qué objetivo tuvieron las 10 plagas?. La supremacía de Dios tenía que ser mostrada a las naciones para que reconocieran que si hay un Dios verdadero que no es de piedra y que escucha a los que le temen.Entonces Faraón llamó apresuradamente a Moisés y a Aarón, y dijo: He pecado contra el SEÑOR vuestro Dios y contra vosotros. Ahora pues, os ruego que perdonéis mi pecado sólo esta vez, y que roguéis al SEÑOR vuestro Dios, para que quite de mí esta muerte. (Éxodo 10:17,17) El reconocimiento de los reyes de Egipto tenía que ser por temor a Dios no por miedo de las consecuencias, un arrepentimiento sincero, de corazón, que permitiera ver a su nación que su mismo Faraón reconocía a Dios y así pudiera salvarlos de su maldad.
- El segundo ejemplo: Pero este mismo Daniel sobresalía entre los funcionarios y sátrapas porque había en él un espíritu extraordinario, de modo que el rey pensó ponerlo sobre todo el reino. (Daniel 6:3) El profeta Daniel vivió durante la cautividad del pueblo en Babilonia, en el tiempo del rey Nabucodonosor, así fue como llegó a ser consejero real del rey de uno de los imperios más poderosos que han existido en la historia de la humanidad. El rey de Babilonia fue humillado por nuestro Dios para que aceptara que si tenía algún poder en la tierra, era por que Dios se lo había otorgado y así mismo también se lo podía quitar.
- Daniel le interpretó el sueño de la estatua que representaba 4 reinos universales; el primero era el imperio babilónico; el segundo el imperio Medo-Persa; el tercero el imperio Griego; y el cuarto imperio Roma. Nuestro Dios le mostró al gran Rey de Babilonia que su imperio iba ser traspasado de sus manos a otros reyes y que con todo su poder no podía detener la voluntad del Todopoderoso. Nabucodonosor acepta el poder de Dios al ser humillado y ser puesto como bestia a comer en el campo.
- Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su dominio es un dominio eterno, y su reino permanece de generación en generación. Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, mas El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: ¿Qué has hecho?. (Daniel 4:34,35)
La Biblia no solo nos habla del pueblo de Israel, también le avisa a las naciones que si no se arrepintieren, la consecuencia será su destrucción por toda la iniquidad que han hecho sobre la tierra.
No sabéis? ¿No habéis oído? ¿No os lo han anunciado desde el principio? ¿No lo habéis entendido desde la fundación de la tierra? El es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas; El es el que extiende los cielos como una cortina y los despliega como una tienda para morar. El es el que reduce a la nada a los gobernantes, y hace insignificantes a los jueces de la tierra. (Isaías 40:21-23)