La parábola de las 10 vírgenes nos deja una hermosa enseñanza dada por nuestro maestro Jesucristo, siempre recordaremos las exhortaciones que nos hace para ser mejores cada día. Leamos el mensaje y estudiemos juntos la palabra para ser prudentes y estar apercibidos siempre.
Parábola de las diez vírgenes
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.Y a la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a recibirle!Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: !!Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. (Mateo 25:1-13)
En esta parábola, Jesús nos enseña que debemos de estar preparados para cuado él venga. Se habla de diez vírgenes que se preparan para ir a recibir al esposo, solamente que las vírgenes prudentes ponen aceite en sus lámparas y en sus vasos, mientras que las vírgenes fatuas no ponen aceite en sus vasos sino que se conforman con tener en sus lámparas.
Por las vírgenes prudentes, se entienden todos los cristianos que ponen en practica lo que oyen de la palabra de Dios, y las vírgenes fatuas, lo contrario, es decir, todos los que oyen la Palabra de Dios, pero no la ponen en práctica. “ …Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña;…” (Mateo 7:21-28).
Por la Lámpara,, se entiende a la Palabra de Dios, como se entiende de lo que la Biblia nos muestra: “ Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.” (Salmos 119:105)
Por El Aceite, comprendemos El Espíritu Santo, que es el que hace que alumbre nuestra lámpara y es el que debemos tener para que seamos dignos de la resurrección. “Cuanto a Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.”… ( Hechos 10:38; Romanos 6:11).
Que todas se durmieron, prudentes y fatuas, Esto es: Todos los que oyen en la Iglesia La Palabra de Dios, se van a morir, buenos y malos (prudentes y fatuas) pero cuando venga Cristo que Es El Esposo “ Pues que os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un marido para presentaros como una virgen pura a Cristo “. ( 2ª Corintios 11: 2 ), solamente los que hayan puesto por obra lo que dice Dios en Su Palabra, estos van a resucitar y van a entrar a las bodas, pero los que no hayan hecho la Voluntad de Dios, no se van a levantar. (Hechos 7:55-60; 1 Tesalonicenses 4:13-16; Mateo 7:21-24; Juan 3:16-20).
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7:21-23)
Salomón dice que mientras tenemos la vida, debemos prepararnos poniendo el aceite en nuestros vasos y nuestras lámparas, porque cuando muramos, ya vamos a morir como salvos o como condenados, y así se cumplirá que unos serán levantados y otros serán dejados. “…Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado: Dos mujeres moliendo a un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad pues, porque no sabéis a que hora ha de venir nuestro Señor….” (Mateo 24:37-42 ; Eclesiastés 9:10)).
Tal parece que los que van a resucitar, van a tener una oportunidad, pero lo que nos enseña la Biblia, es que los buenos se van a levantar cuando venga Nuestro Señor Jesucristo, y los demás hasta después de mil años. “…Y vi. las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la Palabra de Dios, y que no habían adorado la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron la señal en sus frentes, ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Mas los otros muertos no tornaron a vivir hasta que sean cumplidos mil años. Esta es la primera resurrección…” (Apocalipsis 20:4-6; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Apocalipsis 20:5-10).
Reedición. Boletín Bethesda "Casa de la misericordia" SÁBADO 06 DE SEPTIEMBRE DE 2008 AÑO 14 No. 465