Vamos a Identificar que nuestra condición humana nos lleva a tener una necesidad de Dios Él nos puede curar en todo, nos ha diseñado con un alma, cuerpo y espíritu y el puede cuidarnos en todo. Vamos a leer:

Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas. Por haber oído estos decretos, haberlos guardado y puesto por obra, Jehová, tu Dios, guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Te amará, te bendecirá y te multiplicará, bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti hombre ni mujer estéril, ni en tus ganados. Apartará Jehová de ti toda enfermedad, y ninguna de las malas plagas de Egipto que tú conoces hará caer sobre ti, sino que las hará caer sobre todos los que te aborrezcan. Deuteronomio 7:11-15 

Hermosa promesa, primero hay que guardar el pacto, los mandamientos, para que pueda venir sobre nosotros esta protección tan poderosa, que quiere darnos darnos nuestro Dios a todos los que quieran tomarla.

»Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige;

por tanto, no desprecies la reprensión del Todopoderoso. 

Porque él es quien hace la herida, pero él la venda;

él golpea, pero sus manos curan. 

Job 5:17,18 

El bien haber que nos puede alcanzar por medio de Dios nuestro suficiente Pastor. A pesar de nuestras equivocaciones, que erramos, pecamos, faltamos, nos alejamos de Dios, etc. Y a pesar de todo Dios nos enseña a regresar al buen camino para que conozcamos que sus correcciones son para nuestro beneficio.

No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla. 

1 CORINTIOS 10:13 

Dios pone las salidas a todas nuestras pruebas, Él quiere que recordemos buscarlo siempre que tengamos una necesidad, las enfermedades en los ojos de Dios, son fáciles de resolver, a nuestros ojos parecen muchas de ellas imposibles que se alejen de nosotros. Comencemos a cuidarnos, el templo que nos ha dado Dios, es un bien que tenemos a nuestra administración, así que sepamos cómo cuidarlo.

También hay que recordar que a los ojos de Dios, no podemos ocultar nada, ni nuestros más profundos pensamientos, ya que él escudriña todo por medio de su espíritu Santo, un ejemplo lo vemos por medio de Jesucristo, el que veía a las personas y conocía sus males y necesidades, para ofrecerles un camino a la salvación, si ellos escuchaban este llamado Jesucristo los curaba.

Leamos unos ejemplos:

Y ésta es la condenación: la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas,  pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:19-21

Jesucristo es la luz de los hombres, nos ayuda a ver nuestros defectos y necesidades a fin de corregir nuestro andar para recibir la bendición de Dios.

Mientras estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos; y no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues él sabía lo que hay en el hombre.

Juan 2:23,25

Es algo maravilloso saber que Jesús tiene el conocimiento de todos nosotros, y no tiene necesidad de que alguien le diga nuestros males, ya que el ve los corazones de los hombres y mujeres que habitan sobre la tierra, pero como hijo de Dios tiene este conocimiento para llevarnos a la luz.

Así que sabiendo que el Maestro siempre nos conducirá a nuestro bienestar, hagamos caso de su palabra, pongamos en práctica sus recomendaciones que nos hace como el buen doctor. Comencemos por cuidar el templo que nos ha dado para que habite el espíritu.

¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1 Corintios 3:16–17

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 6:19–20

El nos lo da y nos enseña a cuidarlo, recordemos, para que ningún mal venga a nosotros, la salud es una bendición grande que a cualquiera le gustaría tener, pero no estamos dispuestos a procurarlo como Él nos manda. siempre es bueno reflexionar en la Palabra de Dios.

Recordemos que este doctor que desea que seamos libres del mal, no vino a llamar justos, por que ellos creen que son sanos y que no tienen necesidad de médico, pero los enfermos, los que padecen y tienen alguna necesidad por mínima que parezca, ellos son los que tienen un doctor a su disposición.

Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos.
Mateo 9:12

Así que podemos enfermar porque no queremos aceptar la ayuda de nuestro Maestro, si ignoramos las razones, también se lo podemos pedir a nuestro Dios para que nos muestre en lo que nos equivocamos, y Él nos mostrará de igual forma la salida a nuestros males.

Enséñame tú lo que yo no veo; y si hice mal, no lo haré más. Job 34:32 

Restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas sus heridas. Salmo 147:3

Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. -Éxodo 23:25

Ningún mal quiere nuestro Dios en nuestra vida, si no sabemos cómo alejarnos de los males, cómo cuidar nuestro cuerpo, cómo quitar las enfermedades de nosotros, Dios siempre estará ahí para mostrarnos el camino por medio de su hijo Jesucristo.

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