¿Qué es mejor para tí el conocimiento o la ignorancia? Creo que lo mejor para todos siempre será el conocimiento, ya que gracias a que somos bendecidos con ese saber, podemos tomar mejores decisiones en nuestra vida, para evitar que las consecuencias sean sobre nosotros y los que nos acompañan. Pero ahora pregúntate esto, ¿Qué prefieres conocer o ignorar?

¿Qué es mejor para tí el conocimiento o la ignorancia?

Por qué hacemos esa pregunta, no es que realmente queramos no conocer, pero al conocer conlleva a tener una responsabilidad en lo que hago y dejo de hacer; si se hacer lo justo y no lo hago, siempre habrá algo que no me deje en paz, un remordimiento en mi conciencia por que somos llamados a cumplir con lo que sabemos. Por otra parte si ignoramos, tal vez pensemos que no podrían reclamarnos si no actuamos de la forma correcta, ya que nuestra falta de conocimiento nos exime de cualquier culpa, pero esto no es así, ya que aunque no sepamos hacer lo bueno, por esa misma razón estaremos condenados. Porque al final lo que se debe cumplir es lo que en nuestra misma ley está escrita, fuimos creados con el deseo de Dios de que seamos justos y verdaderos.

Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. Apocalipsis 15:3

Si fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, entonces también somos llamados a ser como Él es, Justo y verdadero. Así son sus caminos y sus enseñanzas, el conocimiento es una gran bendición para la humanidad, con ese conocimiento somos advertidos para no cometer los mismos errores que los que nos antecedieron. Como te darás cuenta parece que preferimos la ignorancia, porque estamos repitiendo los mismos errores con las pandemias, la contaminación, las guerras e injusticias, los rencores, envidias, etc. Todas las faltas que hemos cometido, no es porque no haya conocimiento, sino porque hemos decidido ignorar a nuestro Dios y su sabiduría.

Proverbios 29:18

Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.

Como nos lo enseña este proverbio, un pueblo que vive sin estar avisado, sin prepararse para lo que está por venir, terminará en desenfreno y viviremos con las consecuencias de nuestras acciones.

Así que el conocimiento nos abre la mente, nos permite saber qué es lo que quiere Dios que hagamos para prevenir todos los males que sufre la humanidad. Así como en los días de Noé, pareciera que a los ojos de los demás, ese conocimiento que tenía aquel varón de Dios, no era digno de ser escuchado, las multitudes ignoraron ese llamado al arrepentimiento, y perecieron en el diluvio. 

Hebreos 11:7

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

Noé con lo que se le permitió conocer pudo salvar a su familia y volver a poblar la tierra que estaba envuelta en su pecado. Este conocimiento no es exclusivo de una familia, como sabemos Dios quiere que todos accedamos a este conocimiento, ya que no quiere que nadie se pierda, sino que todos recurramos al arrepentimiento (2 Pedro 3:9). 

Salmos 16:7

Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.

Cuando estamos abiertos a este conocimiento, nuestro Padre Celestial siempre nos enseña, no pierde la oportunidad para mostrarnos sus grandezas y los planes que tiene para sus hijos; advierte de las calamidades que pasarán y por qué es necesario que pasen, pero ya teniendo ese conocimiento y su sabiduría, le da otro sentido a nuestra vida, porque ahora somos llamados a anunciar lo mismo que hemos conocido, que podemos ser Salvos por medio de la Sangre de Jesucristo.

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,

Y estad atentos, para que conozcáis cordura.

Porque os doy buena enseñanza;

No desamparéis mi ley.

Porque yo también fui hijo de mi padre,

Delicado y único delante de mi madre.

Y él me enseñaba, y me decía:

Retenga tu corazón mis razones,

Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;

No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;

No la dejes, y ella te guardará;

Ámala, y te conservará.

Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;

Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.

Engrandécela, y ella te engrandecerá;

Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.

Adorno de gracia dará a tu cabeza;

Corona de hermosura te entregará. Proverbios 4:1-9

Dios no mira con ojos de hombre, ni ojos temporales como los nuestros, siempre en su Eternidad nos ayudará a tener un objetivo que va más allá de este tiempo. Sus mandamientos son vida y sus recompensas son invaluables. Cosa que muchos han querido obtener pero que no han estado preparados para recibir, ya que Dios lo que nos pide es que tengamos un corazón dispuesto y que haya humildad, porque si creemos que ya sabemos las cosas o que podemos salvarnos por nosotros mismos, estaremos cayendo en los mismos errores que han cometido nuestros antepasados. Ahora es tiempo de confiar en Dios y en su sabiduría, buscarla de todo corazón. Que cuando tengamos alguna duda, pregunta, situación que resolver, podamos preguntar al Dios que hizo todas las cosas, él nos responderá, Y con su conocimiento nos ayudará a que los males no vengan sobre nosotros.

Jeremías 33:3

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

¿Qué es mejor para nosotros? Vivir en conocimiento de Dios y de sus planes ¿Qué preferimos? preferimos vivir en libertad y en bendición de Dios para librarnos de la muerte.

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