“Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel suspiraron a causa de la servidumbre, y clamaron: y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de servidumbre. Y oyó Dios el gemido de ellos, y acordóse de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y reconociólos Dios” (Éxodo 2:23-25).

Cuatrocientos treinta años estuvo el pueblo de Israel en Egipto y cuando el pueblo clamó a Dios para ser libres, se proveyó de un líder que liberaría al pueblo de la esclavitud, Moisés con el favor de Dios entró a Egipto y diez plagas se manifestaron para que todos pudieran ver el poder y la magnificencia de Dios. 

La décima plaga que se anunció fue la muerte de los primogénitos y con ella la institución de la Pascua. Para que el pueblo pudiera ser libre de muerte y que el ángel se saltara sus hogares tenía que obedecer en el elemento de salvación que les había dado Dios, un cordero que se apartaría en el día diez del primer mes. Un cordero perfecto, macho, de un año; el cual se tenía que sacrificar entre las dos tardes, su carne se debía asar al fuego y comerla con panes ázimos y hierbas amargas; la sangre sería por señal para marcar los dinteles de sus casas y así el pacto se marcaría para que Dios conservara la vida de los primogénitos de su pueblo, la casa que no tuviera esa sangre sufrió mortandad. (Éxodo 11:4). Esto significa Pascua, del hebreo Pesaj que significa salto, brinco o pasar por encima, porque el Ángel del Señor cuando veía la marca de sangre se saltaba esa casa y no moriría nadie en ella.

Esta fiesta sería recordada en su iglesia a través de las generaciones, se recuerda la muerte de los primogénitos, la salvación de los hijos de Israel y la libertad hacia la tierra que había prometido en el pacto que hizo con Abraham. Esto aconteció en el año 1491 A.E.C., el día 14 del mes de Abib o Nisán, constituyéndose esta fiesta como una parte medular en la fe de la iglesia desde la antigüedad.

Esta primera Pascua sería para el pueblo una muestra de la gran Misericordia de Dios hacia su pueblo y la humanidad, tanto los que estaban circuncidados como los extranjeros, podían hacer este pacto, participar del cordero y establecer un pacto con Dios para ser liberados de la muerte.

“Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito es este vuestro? Vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró” (Éxodo 12:26, 27).

Y cada año se debía celebrar como una fiesta de Dios: “Por tanto , tú guardarás este rito en su tiempo de año en año” (Éxodo 13:10).

Y así como se instituyó el día de hoy también celebraremos en las casas, comeremos y beberemos la carne y la sangre del cordero, la que se entregó para remisión de pecados y para la comunión en su cuerpo.

Bibliografía: Reina-Valera Antigua (RVA). 
Libro: Fiesta de la Pascua por Min. Enrique Pérez León, Tema "Cuando se instituyó la Pascua" pags. 24 y 25.

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