Un bosquejo de las Sagradas Escrituras en boca de aquel hombre sabio Salomón, quien gracias a la voluntad de Dios, tuvo la oportunidad de conocer grandes cosas del mundo en que vivimos:
Eclesiastés 11:10: “Quita, pues, de tu corazón la ansiedad, y aleja de tu cuerpo el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.” (RVA).
Por: Israel Chávez
Salomón en estas líneas nos ayuda a comprender, que si bien es cierto, todo lo material es vanidad; no por eso debemos estar ajenos a las cosas que Dios nos da durante nuestra existencia humana, del Eterno recibimos toda bendición (si estamos en sus caminos). Parte de la bendición es el bienestar físico que Él nos da, éxito en todo lo que realizamos, etc. Quizás has gozado cuando estrenas ropa o un electrónico o simplemente sacias tu hambre, o mejor aún, vez la luz de un nuevo día: cuando despiertas esto es bendición de Dios, de esta manera podremos ver que no hay necesidad de pasar el tiempo lamentándonos por lo que no tenemos, es mejor gozarnos y agradecer por lo que ya tenemos. Podrás tener algo que no es último modelo, lo más novedoso ni lo más caro, etc.; pero es lo mejor, simplemente porque es algo que Dios te dio (recuerda más vale perro vivo que león muerto); por tal razón toma tu tiempo, las cosas llegarán cuando Dios quiera, sean cosas buenas o malas, según las conceptualices.
Por tal razón disfruta la etapa que estés viviendo, no apresures el tiempo, ahora quizás quieras tener más edad; pero algo es seguro, cuando llegues a cierta edad: cuarenta, cincuenta o sesenta años, querrás tener una edad de quince, veinticuatro, treinta, o viceversa. Por eso el predicador nos dice que todo esto es vanidad, porque todo pasará muy rápido y te lamentarás si no disfrutas lo que ahora tienes para ser feliz, sólo hay que tener actitud positiva y guardar los Mandamientos, que de lo demás Dios se encargará.
Tomado de: Boletín No. 23 VisionJIDI 19 de Abril 2014