“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte: y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”. (Lucas 22: 31,32)
Con estas palabras que leemos en estos textos, el Señor Jesús, mas que considerarlas de advertencia exhorta a Simón Pedro, anticipándole los momentos difíciles que tendrían que vivir todos. Hasta ese momento el Apóstol Pedro, había conocido al Señor Jesús, como un personaje que obraba milagros, sanaba enfermos, resucitaba muertos, multiplicaba el pan, etc. Con el poder que tenía como hijo de Dios; Si Pedro mismo había testificado de Jesús por revelación de Dios, al decirle”. “…Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente” (Mateo 16:16), pero aún le faltaba ser testigo de otro aspecto muy diferente en Jesús, que Pedro no imaginaba siquiera, pero que debía de realizarse para que se cumpliera lo que dice la escritura.
Continue reading