“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (Romanos 3:25)
La Sangre derramada para oportunidad de la humanidad, ha sido un evento que ha marcado la historia, Jesús de Nazaret que entrego su vida para que todos tuvieramos una oportunidad de reconciliarnos con nuestro Padre Celestial, porque no teníamos cómo justificarnos delante de Él por todas nuestras faltas. ¿Crees que hemos cometido errores al hacer las cosas a nuestra manera?
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
Romanos 5:6-13
En el plan que tenía Dios, considero a cada uno de los que habitamos la tierra, justos y pecadores, todos con la misma invitación, de poder redimir nuestros pecados con su sangre. Tal vez hemos escuchado que alguien se sacrifica por alguien que ama o es de su propia sangre, pero sacrificarse por un pecador o que no es cercano a nuestra familia, eso es difícil de ver. Es importante considerar que el sacrificio del Hijo de Dios era necesario, un evento que valolarían todos aquellos que escucharan su llamado, a no pasar por desapercibido tan noble sacrificio.
…y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Lucas. 24:47
Y así comenzó la obra redentora de Jesús, desde las doce tribus de IUsrael que estaban esparcidas, escucharon este evangelio, y el nuevo pacto en la Sangre de Cristo, para que todos los que participaran, tuvieran oportunidad de una nueva vida, con ayuda del evangelio.
Filip. 2:8-12;
Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Filipenses 2:8-11
No hay mejor ejemplo a seguir que Jesucristo, toda su vida es el camino que podemos seguir hacia la salvación, porque no hubo en el falla alguna, en esa condición carnal, resistió hasta la muerte todo lo que este mundo guarda. Y sus dolores y sufrimientos nos recuerdan lo importante de su sacrificio.
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Tito 2:13, 14;
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
1a Corintios 15:1-5)
Nuestra imperfección de la vida revela la necesidad de una expiación y reconciliación delante de Dios, esta circunstancia nos indica que requerimos de la ayuda divina. En nuestros días, la humanidad se encuentra en un estado de corrupción tal, que no es posible ofrecer un sacrificio para limpiar nuestros propios pecados por nosotros mismos a la usanza antigua del pueblo de Israel