¿Cuánto le Creemos a Dios?
Hoy reflexionamos sobre cuánto le creemos a Dios. ¿Realmente le entregamos totalmente nuestra vida al Creador? Nos aseguramos de que nuestra vida le pertenece, pero ¿con qué firmeza y seguridad lo hacemos? ¿Cuánto tiempo esperamos su respuesta? ¿Cómo trabajamos con paciencia?
La Sanidad de Dios
Hablamos sobre la sanidad de Dios en nuestras vidas. Sabemos que las enfermedades llegan repentinamente y muchas son inevitables. Sin embargo, algunas se podrían evitar con el cuidado adecuado de nuestro cuerpo. En momentos de aflicción y quebranto físico, Dios nos recuerda que la sanidad es un regalo maravilloso para aquellos que confían en Él. Sus promesas son fieles y verdaderas.
Deuteronomio 7:15 “Y quitará de ti Jehová toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre los que te aborrecieren.”
Salmos 103:3-5 “Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias, El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezca como el águila.”
Salmos 145:14 “Sostiene Jehová a todos los que caen.”
Salmos 147:3 “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.”
Santiago 5:15 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará.”
La Promesa de Sanidad
Estas citas bíblicas nos muestran que Dios conoce cualquier enfermedad y tiene el control. Sus promesas son la mejor medicina para el cuerpo y el alma.
Proverbios 3:8 “Porque será medicina a tu ombligo y tuétano a tus huesos.”
Esta hermosa cita nos dice que la palabra de Dios es una vitamina que da fortaleza y salud a los huesos. Sin alimento espiritual, no tenemos fortaleza ni sustento.
Proverbios 17:22 “El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos.”
Nuestra Actitud y Fe
Nuestra actitud ante las situaciones es crucial. No está mal pasar por un tiempo de duelo, pero ¿por cuánto tiempo nos permitimos estar afligidos, deprimidos, encerrados o compadeciéndonos?
1ª de Corintios 6:19-20 “Este cuerpo es templo del Espíritu Santo. ¿Cómo o con qué lo alimentamos?”
Nuestra actitud debe ser de humildad ante Dios, acercándonos al Padre en oración y esforzándonos por abandonar conductas que no edifican ni sanan.
2ª Crónicas 7:14 “Si mi pueblo se humillare sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré la tierra.”
Cumpliendo con Dios
Dios demanda de nosotros constancia y obediencia. A menudo pedimos en todo momento, pero ¿qué pasa cuando se trata de cumplirle y obedecerle?
Éxodo 15:26 “Si oyes atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos y dieres a inclinar tu oído a sus mandamientos y los guardas, dice que no enviará enfermedad a ti como la envió a los egipcios, porque Él es nuestro sanador, Yo Jehová.”
Paz y Sanidad
Dios nos pide que sigamos su voz para tener paz y bienestar. Si hacemos lo recto y lo que Él dice, tendremos paz, nuestra alma estará en descanso y plaga no tocará nuestra morada. Dios sanará a las naciones del dolor causado por los errores humanos. Si pedimos en el nombre de Cristo, recibimos de la mano del Padre.
Proverbios 14:12-14 “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero su fin es camino de muerte. Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el final de la alegría es la congoja. De sus caminos se hartará el descarrilado de corazón, mas el hombre bueno estará contento con el suyo.”
Eclesiastés 7:29 “Dios hizo al hombre recto, pero el hombre ha buscado muchas otras razones, excusas, pretextos, problemas, etc.”
Efesios 4:13 “Nunca hemos estado exentos de la sanidad de Dios, de sus promesas. Las enfermedades, las aflicciones, congojas habrá; recordemos que Nuestro Señor Jesucristo también las padeció.”
Isaías 53:5
1ª Juan 5:4-5 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el hijo de Dios?”
San Juan 16:33 “Estas cosas he hablado para que en mí tengan paz; en el mundo tendrán aflicción, pero confiad, YO HE VENCIDO AL MUNDO, al pecado, las tentaciones, las preocupaciones, las angustias, a todo lo que como vanidad podemos desear; deseemos las cosas de Dios y busquemos cada día.