Querido lector, te invito a adentrarnos juntos en el conocimiento de la palabra de Dios, esa guía que ilumina nuestro camino y nos permite ser una luz para los demás. Nuestro Señor Jesucristo nos mostró, a través de sus enseñanzas, cómo entender y aplicar sus palabras en nuestra vida diaria. Hoy, nos enfrentamos a diversas situaciones que ponen a prueba nuestra fe en Cristo.
La Prueba de la Fe en Tiempos de Dificultades
Jesús solía comunicarse con sus discípulos de manera que ellos pudieran comprender y aplicar sus enseñanzas. Actualmente, vivimos momentos en los que nuestra fe es constantemente desafiada. Por ejemplo, una crisis económica puede preocuparnos y algunos podrían culpar a Dios por ello. En otras ocasiones, una mejor situación financiera puede hacernos olvidar la importancia de involucrar a Dios en nuestras vidas, tal como se menciona en Apocalipsis 3:17-18:
“Soy rico, y me he enriquecido y de nada tengo necesidad y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, y ciego, y desnudo, te aconsejo que de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico y vistas vestiduras blancas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez y colirio para ungir tus ojos y puedas ver.”
El Verdadero Problema: Olvidar a Dios
El problema no radica en tener riquezas o una mejor condición económica; el verdadero peligro es perder de vista a Dios y olvidar ser agradecidos por sus bendiciones diarias. Poseer dinero o bienes puede llevarnos a ignorar la necesidad de poner siempre a Dios y la espiritualidad en primer lugar, ya que TODO PROVIENE DE ÉL Y TODO ES DE ÉL.
El Amor al Dinero: La Raíz de Todos los Males
Algunos se preguntan: ¿Es malo ser rico? ¿Tener una buena situación financiera? No, no es malo. Lo perjudicial es el amor al dinero, que es la raíz de todos los males, como se menciona en 1ª de Timoteo 6:10. Una persona que ama el dinero puede llegar a mentir, falsificar, engañar y hacer cualquier cosa para obtener más, nunca estará satisfecha y siempre querrá más, lo que puede llevarla a transgredir la ley:
2ª de Pedro 2:14-17 Éxodo 20:15 No hurtarás Éxodo 20:7 El sábado Éxodo 20:17 No codiciarás
La Necesidad del Colirio Espiritual
Nuestro Señor Jesucristo nos invita a que nuestros ojos sean ungidos con colirio. Pero, ¿qué es el colirio? Es una medicina para los ojos; en el sentido espiritual, se refiere a una ceguera espiritual.
El Colirio en Nuestra Vida Espiritual
¿Cuánto colirio necesitamos en nuestra vida? Esta medicina espiritual nos permite ver y entender lo que Dios nos enseña, quitarnos la ceguera y estar dispuestos a hacer sacrificios por Él. Jesús siempre está dispuesto a ayudarnos a no estar en oscuridad, a tener una visión clara de lo espiritual, y a darnos cuenta de que lo material es secundario. El amor, la protección y la bendición de Dios deben ser nuestra prioridad (Mateo 6:19-21).
La Advertencia de la Tibieza Espiritual
Jesús también nos advierte sobre la tibieza espiritual (Apocalipsis 3:16), la falta de firmeza y resolución para hacer la voluntad de Dios y la falsa sensación de creer que no necesitamos a Dios.
Definición de Tibieza Espiritual
La tibieza espiritual es una situación donde la verdad del evangelio no tiene un impacto profundo en nuestras vidas; no se abandona la fe, pero tampoco se vive con interés real.
Cómo Entregarnos a Dios
Jesucristo comprende el poder que puede tener la riqueza y las sensaciones de poder que genera. Por ello, insiste en su mensaje de observar y tener una visión espiritual clara que fortalezca nuestra relación con Dios y con nosotros mismos.
Proverbios 19:1-4 “Es mejor ser pobre y honrado, que ser intrigante y presuntuoso. Donde no hay conocimiento, no hay bondad; donde hay premura, hay locura. La necedad lleva al hombre al extravío, y le hace volcar su enojo contra el Señor.”