“Empero gracias á Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón á aquella forma de doctrina á la cual sois entregados“. (Romanos 6:17).
Cuando hablamos de doctrinas a nivel general, hay un sin fin de ellas, tanto religiosas como científicas. Jesucristo en el tiempo que estuvo predicando el evangelio, advertía que se levantarían falsos Cristos y falsas doctrinas (1a. Timoteo 1:3). Por ello tan importante saber acudir a la verdadera doctrina, que no es fundada por hombres ni traída por voluntad humana, la doctrina de nuestro Dios ha estado por la eternidad esperando que la conozcamos y la adoptemos en nuestra vida.
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. (Mateo 7:28,29)
Así que Jesucristo vino a enseñar una doctrina, el lenguaje que utilizó y la forma en cómo la enseñó fué única y especial, porque dió esperanza, fe y vida a todos los que lo escuchaban, “…Nunca ha hablado hombre así como este hombre…” (Juan 7:48). Tal vez hoy podemos encontrar oradores muy elocuentes y con mucha inteligencia a la hora de dar sus discursos, pero Jesucristo dice que: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quisiera hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo”. (Juan 7:16, 17).
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; Para dar sagacidad a los simples y a los jóvenes inteligencia y cordura. (Proverbios 1:1-4)
La doctrina de Dios viene desde el principio y tiene la esencia del autor, una palabra infalible y eterna, por que Dios no cambia de parecer, lo que hace es eterno y recorre los tiempos y la historia para mostrarnos su poder. Tal vez de alguna doctrina hayas escuchado que el antiguo testamento sólo es para el pueblo antiguo, que la ley ya no es para nosotros, etc., pero ¿has encontrado en la Biblia si es cierto lo que dicen? “Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad”. (Salmos 119:42)
“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…” (Mateos 28:19, 20). Así que Jesucristo vino a enseñar la misma doctrina, la creencia en un sólo Dios, el guardar los mandamientos de Dios, en la resurrección para vida eterna y que él sería sólo un medio para llegar a Dios, por eso dice: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
La promesa de heredar una tierra prometida no ha cambiado, en el libro de los Salmos encontramos: “Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella”. Salmos 37:29 Y en el libro de Mateo leemos: “Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad. (Mateo 5:5)
Hebreos nos dice: Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. (Hebreos 11:9,10)
Así que la doctrina nunca cambió de la tierra a heredar el cielo, el cielo no es para el hombre, la tierra sí lo es, porque la tierra es perfecta y la heredará en esa condición el hombre que se perfeccione para llegar a ella, perseverando hasta el fin sin descansar por encontrar y poner en práctica la doctrina verdadera de Dios.
(Lc. 6.46-49)
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Aunque queramos separar el antes y después de Cristo, la misma escritura nos lleva a verlo como un todo, sin divisiones y con un sólo fin, que Dios quiere salvar a la humanidad de la muerte y del pecado. Así su hijo nos sigue enseñando que seamos temerosos de Dios y que guardemos sus mandamientos y si creemos en su palabra entonces tenemos la fe de Jesucristo.
Pondremos algunas citas para considerar sobre lo que menciona Jesucristo:
- Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Juan 4:34
- [ Testigos de Cristo ] No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Juan 5:30
- Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.Juan 6:38
- Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.Juan 6:39
- Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.Juan 9:4
- El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.Juan 14:24
Busquemos la sana doctrina de Jesucristo, nuestro ayo para llegar a Dios y que sea su espíritu santo el que pueda mostrarnos la verdad entre tanta obscuridad que hay en el mundo.
Juan 8:32
Palabras de JesucristoY conoceréis la verdad, y la verdad os libertará.