Boletín Bethesda No. 449
“Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias..” (Mateo 15: 19)
En esa mente que Dios nos ha dado, muchas veces no sabemos ubicar lo positivo o lo negativo . Pero para los efectos de nosotros, sin entrar en profundidades filosóficas, vamos a darle el significado de “positivo” a lo que se debe de realizar como voluntad de Dios, y a todo lo que la palabra de Dios dice claramente. Porque como dice Jesucristo en Juan 7:38: “ El que cree en Mí, como dice la escritura…” o como enseña el Apóstol Pablo en 2 Corintios 4:13 “…conforme a lo que está escrito: creí, por lo cual también hablé…”.
Si alguna cosa no está escrita en la Palabra de Dios, es cosa que pertenece a Dios, y si no está revelada es que Dios no quiere que esto lo conozcamos, porque posiblemente no es para nuestra salvación, y no es positiva sino negativa.
Así, de esta manera, lo que no es voluntad de Dios, y se nos prohíbe, lo vamos a tomar con carácter negativo.
Veamos los pensamientos positivos del Apóstol Pablo, cuando se dirige a los hermanos de Filipos: Los llama GOZO Y CORONA. Porque estos que había convertido Pablo son su corona y así podemos creer, que a todos los que convirtamos, éstos van a ser nuestra corona, sin omitir que adicionalmente, el Apóstol los exhorta a que estén firmes en El Señor. (Filipenses 4:1)
Adicionalmente, en los versículos 4-6 instruye a sus Hermanos en Cristo, a que se gocen en El Señor siempre, que su modestia sea conocida por todos los hombres, que sean notorias sus peticiones ante El Señor: En oración, ruego, hacimiento de Gracias, porque la venida del Señor está cerca.., y al seguir estas instrucciones, la paz de Dios guardará sus corazones y su entendimiento en Cristo.
La razón de estas reflexiones es que como en los días antes del diluvio y en el tiempo presente, la malicia de los hombres era mucha, y sus pensamientos eran de continuo hacer el mal, lo mismo que sucede ahora, y aún mas en aquellos días no se percataban de su mala manera de vivir hasta que se presentó el diluvio, así la gente de este tiempo no se da cuenta de su mal actuar, y no se dará por enterado de lo cerca que está la venida del Señor Jesucristo hasta que Él venga. (Génesis 6:5; Mateo 24:37-39).
En base a esa experiencia, el hombre debe de cambiar su forma de pensar, mediante la conversión al Señor por medio del evangelio, que hará que esos pensamientos negativos o malos, se vuelvan en pensamientos del Señor (Isaías 55: 6-9)
Para finalizar: Los pensamientos que debemos tener, deben ser los pensamientos que nos indica la Biblia, que es la Palabra de Dios, y debemos de leer y memorizar y poner en práctica todo lo que nos enseña el Evangelio. Y adicionalmente, en relación con lo que vemos y en ocasiones nos distrae del BIEN HACER, analizar primero las posibles razones de un comportamiento que pudiera parecernos incorrecto, pues no hay efecto sin causa. (Filipenses 4:8 ; Tito 3:4; 1 Timoteo 1:4; 6:3-5)
Procuremos leer los versos bíblicos que apoyan este escrito, para que podamos ser edificados sobre el fundamento de la ley y los profetas. Que Dios nos siga bendiciendo y permitiendo tener de su conocimiento.
Boletín Bethesda - SÁBADO 03 DE MAYO DE 2008 AÑO 14 No.449