La pregunta para el día de hoy es ¿Qué quiere Jesús de mí? Para encontrar la respuesta debemos recordar el propósito de Dios para la humanidad, y cuyo propósito también es el de Jesucristo, siendo sus palabras: “Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió” (Juan 7:16). Entonces lo que Jesús quiere para la vida del hombre es que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimientoque permanezcamos en comunión con Dios y haya bendición en nuestra vida, y para ello lo que debemos hacer es:

“¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas á Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma; ¿Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que hayas bien?” (Deuteronomio 10:12).

 

Andar en los caminos de DIOS es guardar sus mandamientos y estatutos, y tenemos la gran bendición de no estar solos en ese camino; pues El Creador nos otorgó un guía que nos enseña la manera de conducirnos, es el buen Pastor.

Nos puede surgir la siguiente pregunta ¿Por qué tener a Jesús como Pastor y pertenecer a su rebaño? Hay muchos beneficios, unos de ellos es que obtendremos protección, seguridad y confianza, pues creemos fielmente que “el buen pastor su vida da por las ovejas”. Sabiendo que somos vulnerables de caer en vicios, delitos y pecados;  así como de encontrar a personas o creencias que pueden hacernos daño, como aquel lobo rapaz que quiere devorar, y que además nuestra vida está en constante peligro, ante todo ello escuchemos siempre la voz del buen Pastor y seamos seguidores de sus pisadas. Juan 10:11-16

Así mismo,  ser parte del rebaño de Jesús nos asegura que no habrá escasez de alimento, sino que tendremos lo suficiente para satisfacer nuestras necesidades, y lo importante de esto es que este alimento nos hará fuertes para soportar los momentos difíciles, y bajo la protección del Pastor venceremos a aquel enemigo.

Eventualmente habrán momentos difíciles, incluso aquél enemigo nos hará daño, y  seguramente será por nuestro descuido y por no hacer caso a la voz del pastor; pero en momentos así, no cometamos el error de alejarnos aún más, si no que regresemos al rebaño para ser curados y sanar nuestras heridas.

“El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar a los cautivos libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad a los quebrantados.” (Lucas 4:18).

Debemos tener presente que la forma de evitar sufrimiento y calamidad, es siendo aquella oveja obediente, que toma el alimento indicado por el buen pastor, y que sigue las pisadas sin  desviarse del camino que está dirigido por Jesús, es decir no caer en pecado; pero que si alguno llegara a caer, Abogado tenemos para defendernos. 

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” (1 Juan 2:1).

Finalmente quiero invitarte a ser parte de este rebaño de ovejas, aquellas ovejas obedientes dirigidas por Jesús, siendo el Maestro quien nos enseñará la manera de andar por un camino de bienestar, y donde Dios nos promete brindar de todo lo necesario tanto material y espiritual, por medio de la gloria de Cristo Jesús.

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:19).

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