Nuestra vida es un tesoro, como un metal que se tiene que refinar mediante procesos para quitar imperfecciones. Para obtener lo más puro, es necesario pasar por el fuego para demostrar nuestra pureza y a la postre poder disfrutar de la gloria. el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. 1 Pedro 1:6-8
En el desarrollo de la vida, vamos adquiriendo conocimientos para nuestro beneficio, pero también obtenemos males que es necesario quitar. ¿Cómo puedo refinar mi vida? Mediante el conocimiento y la aceptación de Jesús con el propósito de buscar la santificación. Uso la ilustración de la esclavitud para ayudarlos a entender todo esto, porque la naturaleza humana de ustedes es débil. En el pasado, se dejaron esclavizar por la impureza y el desenfreno, lo cual los hundió aún más en el pecado. Ahora deben entregarse como esclavos a la vida recta para llegar a ser santos. Romanos 6:19
La esclavitud en el pueblo de Dios fue la forma para probar lo que había en su corazón, hoy podemos encontrar en nuestra vida la enfermedad, falta de empleo, desacuerdos con nuestros padres e hijos y esto puede llegar a ser un desierto y nuestra forma de ser siervos. La manera en que Dios no hará pasar por el fuego para purificar nuestra alma, cuerpo y espíritu, necesario es la prueba, el problema y el fuego en nuestra vida para adquirir conocimiento y encontrar sabiduría. Nos pusiste a prueba, oh Dios; nos purificaste como se purifica la plata. Nos atrapaste en tu red y pusiste sobre nuestra espalda la carga de la esclavitud. Luego colocaste un líder sobre nosotros. Pasamos por el fuego y por la inundación, pero nos llevaste a un lugar de mucha abundancia. Ahora vengo a tu templo con ofrendas quemadas para cumplir los votos que te hice, sí, los votos sagrados que hice cuando me encontraba en graves dificultades. Por eso sacrifico ofrendas quemadas a ti. Salmos 66:10-15
Durante el proceso, habrá lágrimas y dudas si estamos en el camino correcto, si nuestra fe es la correcta y diremos como Gedeón “si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados?” Dios responderá a nuestra perseverancia y disciplina, el consejo de Jesús el día de hoy es: “que de mí compres oro—un oro purificado por fuego—y entonces serás rico. Compra también ropas blancas de mí, así no tendrás vergüenza por tu desnudez, y compra ungüento para tus ojos, para que así puedas ver. Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia.” Es decir, poder envejecer con rectitud, sin nada que avergonzarse para poder generar nuestro tesoro.
Finalmente, te invitamos a desarrollar la alegría en los momentos de dificultad y de escasez pues a la postre traerá bendición y abundancia. Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos, ¡aun así me alegraré en el Señor! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación! Habacuc 3:17-18