¿Cuántas situaciones, malas experiencias o vivencias puede guardar nuestra memoria?, incluso muchas nos pueden marcar de por vida. Sin darnos cuenta eso que pudo haberle pasado a cualquier persona, ahora nos afecta de tal forma que nuestro carácter y personalidad se ven definidos y modificados por lo que guarda nuestra mente y corazón.

Así que el evangelio de Dios por medio de Jesucritso nos enseña a que ninguna de esas cosas que hayamos vivido sea lo que defina cómo seremos el día de hoy. La reconciliación que busca el evangelio es primero con nuestro Creador, ya que si todas esas malas experiencias vienen a nosotros, no es por deseo de Dios, sino porque nos hemos alejado de hacer su voluntad y seguir el camino a la Salvación.

En una vida sin Dios, estabamos descarriados. 

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Isaías 53:4-6

Así que Dios siempre ha querido que aprendamos a perdonar, comenzando por nosotros mismos y a nuestros deudores, hay leyes en la Biblia que nos ayudan a comprender cómo podemos llegar a cumplir ese deseo de Dios.

Una de ellas es la ley de la Remisión, la cual se tenía que llevar a cabo cada siete años, si alguien tenía una deuda contigo o viceversa si tu tenías una deuda con alguien, nuestro Dios buscaba que ambas partes pudieran hacer remisión de sus deudas, siempre somos llamados a pagar nuestras deudas, pero si por alguna circunstancia no podíamos pagarlas, ya se había proveído una ley para perdonar a nuestros deudores.

Deuteronomio 15:1-6 

15 Cada siete años harás remisión. 2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová. 3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano, 4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión, 5 si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 6 Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.

Escuchando esta ley, ¿crees que solo debamos perdonar las deudas materiales?, la verdad es que muchos no sabemos perdonar y cargamos muchas cargas difíciles de llevar en las relaciones con los demás, puedo reclamar en el corazón aún no hablando, cosas que me hicieron hace años y que no he podido perdonar y mucho menos olvidar. Si perdonamos como Dios nos enseña, no recordaremos las faltas de nuestros hermanos.

Levítico 19:18 17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. 18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

Las leyes que Dios ha provisto son de beneficio, para sanidad de nuestras almas, tan sólo mira cómo es una vida sin guardar rencores, si se ha generado tanta desconfianza entre nosotros mismos es por que mucho de lo que ocurrió en el pasado, lo traemos en memoria hasta el día de hoy. 

Vamos a ver un ejemplo: Imagina que se presenta una persona a pedirte trabajo y tú tienes una tienda de abarrotes. Al parecer tiene la preparación para estar en caja y tú decides darle una oportunidad en este cargo. Por alguna circunstancia te percatas que comienza a faltar dinero en los cortes que se realizan al fin de la semana, ¿qué es lo más sencillo hacer con la persona responsable de caja? Lo más sencillo es despedirla y contratar alguien más, o inclusive hacerlo tu mismo por que no confías en nadie para dejar el dinero a cargo, según lo que leímos ¿qué crees que quiere Dios en el mundo, crear separación y desconfianza o que se practique la caridad y misericordia? Lo último no es fácil, pero se puede hacer con la ayuda de Dios.

Proverbios 19:7 

Todos los hermanos del pobre le aborrecen;

¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él!

Buscará la palabra, y no la hallará.

Así encontraremos un evangelio que busca que aprendamos a perdonar y que seamos sabios y entendidos aplicando la palabra, ya que la sabiduría e inteligencia que nos da Dios, nos dará todo lo necesario para decidir bien y que todo fluya correctamente sin trabas y sin dejar muertos en el camino.

Colosenses 3:12-17

12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

No somos mejores los unos de los otros, somos llamados a ser todos hijos de Dios, si no se llega a cumplir ese objetivo en todos, que no sea por que nosotros pusimos las piedras de tropiezo a nuestro prójimo, mejor recordar que Dios nos perdonó de todas nuestras faltas, aún habiéndonos alejado de Él, siempre nos perdonó y qué mejor muestra de amor, que la entrega de su hijo a muerte de Cruz por todos nosotros. Dejemos de cerrar puertas, alejarnos de la gente, privarnos de la comunicación. Siempre llevemos que Dios nos ha perdonado y así debemos hacer con nuestro prójimo.

Efesios 4:26-32  Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Tener esto en mente siempre nos motivará a perdonar y ser misericordiosos los unos con los otros. Y cuántas veces podré perdonar, como en el ejemplo de la persona que contrato para trabajar en la tienda, me decepciono una vez, dos veces, ¿a la tercera mejor me deshago de él? Mejor siempre considerar la palabra de Dios antes de tomar una decisión que puede no edificar a nadie.

Mateo 18

21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

  • No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará.
    Lucas 6:37

¿Qué hace Cristo con nuestros pecados? y aún intercede por nosotros

Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo. (1 Juan 2:1,2)

Hay enseñanzas del evangelio que a nuestros ojos parecen complicadas, muchas veces imposibles de llevarlas a cabo, pero solo con la ayuda de Cristo podremos salir vencedores y comprobar los beneficios de poner por obra sus mandamientos. Perdonemos y no nos cansemos de seguir la paz y la santidad con todos los que nos rodean.

Mateo 5:21-24  »Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte”. 22 Pero Yo les digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Insensato[j]” a su hermano, será culpable ante la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será merecedor del infierno de fuego. 23 »Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

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