El cordero pascual es un símbolo poderoso en la Biblia que representa la redención y la salvación. En el Antiguo Testamento, específicamente en el relato del Éxodo (Éxodo 12:3-13). El cordero pascual era sacrificado y su sangre era aplicada a los postes de las puertas de las casas de los israelitas como protección contra la décima plaga, que fue la muerte de los primogénitos. Este acto entre sus símbolos vemos: la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto y su pasaje a la libertad.
En el Nuevo Testamento, Jesucristo es reconocido como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Su sacrificio en la cruz cumple con el simbolismo del cordero pascual, proporcionando salvación y redención para todos aquellos que creen en Él.
“Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto.”
Éxodo 12:13 (RVR1960)
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Juan 1:29 (RVR1960)
1 Corintios 5:7b (RVR1960):”Porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.”
1 Corintios 5:7b (RVR1960)
Todos estos símbolos los encontramos en la escritura, los ha dado Dios para que conozcamos sus planes. Todos los que toman estos símbolos que encontramos en la Biblia y reciben las enseñanzas de Dios, pueden acceder a las promesas que están aquí escritas.
Este sacrificio es de bendición para aquel que lo toma en cuenta en su vida personal. Para ser librados de las plagas: enfermedades físicas, emocionales y espirituales.