En la Biblia se representa al Espíritu Santo como el agua que desciende sobre la tierra para que ésta germine y de sus frutos; por lo que dice Dios por medio de sus profetas: “Vosotros también hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová nuestro vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia arregladamente, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.” (Joel 2:23). Y esta es la promesa que se confirmó en el día de Pentecostés, cuando el poder de lo alto descendió sobre los Apóstoles haciendo de ellos unos verdaderos testigos de Cristo, obrando en éstos una transformación tal, que el Apóstol Pedro que negó tres veces a su Maestro en el día de su crucifixión, y días después del Pentecostés él mismo manifestaba que era menester obedecer a Dios antes que a los hombres ( Hechos 5 :29).
Continue readingNuestra redención
“ Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo.”
(Romanos 8: 23)
Según Webster, el acto de redimir, rescatar, libertar; comprar por el favor de Dios y la muerte de Cristo, es a lo que se llama “Redención”.
Las enseñanzas de la Biblia nos permiten ver en este favor divino, el perdón de los pecados y la promesa de la Vida Eterna. El texto anterior y lo que se cita en Efesios 4:30, nos prueba que la redención en toda su plenitud no está completa, sino hasta que venga nuestro Señor Jesucristo por segunda vez y traiga consigo nuestro galardón. El perdón de pecados es para nosotros ahora; pero la redención de nuestro cuerpo será cuando seamos vestidos de inmortalidad; es decir, hasta la resurrección.
Continue reading