En momentos de temor y ansiedad, la fe en las promesas de Dios puede ofrecer consuelo y seguridad. La esperanza en Dios puede ser un antídoto poderoso contra el miedo. Una esperanza que cuanto más conozca y crea en ella, hoy podremos sentirnos guardados en el pensamiento que tuvo el Hijo de Dios y que depositó en su Padre.
Salmo 27:1
- “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién tengo que temer? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?”
La presencia de Dios brinda luz y salvación, eliminando el temor. Puede servir como base para discutir cómo la fe en Dios disipa la oscuridad del miedo. Recordemos que es necesario creer, tener fe que Él único Dios creador del universo nos puede dar esa esperanza.
Isaías 41:10
- “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré; sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.”
La disposición de Dios para ayudar a sus hijos siempre está latente. En ocasiones vemos la necesidad del algunos por la ayuda de Dios en momentos críticos de su vida, por no recibir la respuesta que esperan, siguen negando de Dios. Pero el obra de maneras que el hombre no imagina, si realmente lo buscamos debe ser de todo corazón y no por convieniencia. Te ayudaré, te sostendré dice su palabra.
2 Timoteo 1:7
- “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Dios nos capacita para vencer los miedos por medio de su espíritu. Para comprender cómo funciona la parte espiritual, necesitamos estudiar y tener comunión con Dios, como recompensa tenemos seguridad y amor propio. Los miedos desaparecen con la confianza que podemos desarrollar en Dios.
Filipenses 4:6-7
- “Por nada estén afanados; más bien, en toda oración y ruego, con acción de gracias, presenten sus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.”
Si vemos esta comunión espiritual con Dios como el medio que tenemos para vencer los miedos, iremos conociendo que la esperanza en Él nos reconforta, sobre pasa todo entendimiento humano, porque acomoda lo espiritual a nuestra vida. Para que nuestras miedos y angustias que no dominamos, sean sustituidos por los pensamientos de Cristo.
Asúi podemos reforzar la idea de que la fe en Dios proporciona la seguridad necesaria para superar el miedo. Al reflexionar sobre estas promesas divinas, podemos encontrar consuelo y fortaleza para enfrentar los desafíos con confianza, sabiendo que estamos sostenidos por el amor y el poder de Dios.