La misericordia es un concepto antiguo que proviene del hebreo chemlah (חֶמְלַת) y significa compasión, clemencia o misericordia. Es un atributo de Dios y nos comparte por medio de su escritura, por qué de Él aprendemos cómo aplicar correctamente este concepto. 

Dios aplica la misericordia con toda su creación, nosotros la necesitamos durante toda nuestra vida porque Él conoce nuestros corazones y las intenciones del mismo, por nuestra naturaleza humana, continuamente cometemos faltas contra Dios, con uno mismo y con nuestro prójimo. 

Si reconocemos esta necesidad entonces buscaremos de Dios su misericordia, que es infinita, buscaremos su ayuda porque él tiene extendida su mano para sustentarnos en todo lo que necesitamos para no sufrir de nuestros defectos. 

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Jeremías 29:11 RVES

¿Qué fin esperamos? Tal vez en ciertos momentos dudemos del fin que esperamos, hasta incluso desear la muerte, pero el fin que espera nuestro Dios que tengamos es de vida eterna, Isaías 55:8 dice que los pensamientos de Jehová no son como nuestros pensamientos. 

Por un momento piensa como juzgamos nosotros las cosas, en muchos casos las personas, los pueblos o las circunstancias no merecerían una oportunidad, pero Dios no actúa de esa forma, él ya ha juzgado a los pueblos no con juicio humano, sino con juicio eterno y de misericordia.

En algunos momentos nos podría pasar en la mente que no necesitamos nada más, que mi vida es suficiente con lo que tengo, pero Dios en su misericordia me mostrará con su palabra lo equivocados que podemos estar, porque él nos quiere mejores y perfectos. Si alcanzamos a llegar a la idea de necesitar a Dios él está ahí, Misericordioso y clemente para los que le buscan, porque él es nuestro Padre que habita en los cielos. 

La Misericordia de Dios sólo la conoceremos en su plenitud a través de su palabra. Dice el Salmista en Salmos 101:2 Entenderé en el camino de la perfección Cuando vinieres a mí: Cuando Dios nos nutre con su palabra, podemos conocer esa misericordia infinita.

En la Biblia encontramos muchos ejemplos de la gran Misericordia que tuvo Dios con sus hijos, cuántas oportunidades les dio para que regresaran al buen camino, muchos no se dejaron socorrer por Dios y perecieron. 

¿Quiero yo la muerte del impío? dice el Señor Jehová. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?

Ezequiel 18:23 RVES

Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos: ¿y por qué moriréis, oh casa de Israel?

Ezequiel 33:11 RVES

Así nuestro Dios busca que su Misericordia nos alcance y nos dejemos ayudar, porque los seres humanos son frágiles y necesitamos de un guía para quitar nuestros defectos. 

Y recordemos que: Porque Jehová es bueno: para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones.

Salmos 100:5 RVES

Ahora ya con el hijo de Dios, Jesucristo si entendemos la necesidad de buscar a Dios, El dio a su hijo para que todo aquel que en el creeré no se pierda, más tenga vida eterna. A pesar de que pasan los años y que la ciencia avanza, es la misma necesidad que nos lleva a Dios y la clemencia de Dios la alcanzamos por medio de Jesucristo. 

Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó,  Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos;  Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús,  Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Efesios 2:4‭-‬7 RVES

Aún cuando somos necios, incrédulos, mentirosos, y tenemos muchos defectos. Dios nos sigue con amor para que alcanzamos la salvación. 

Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

Tito 3:4‭-‬7 RVES

Si lo pensamos un poco, la humanidad no ha hecho nada para recibir un don tan grande como lo fue, el sacrificio de su hijo y ahora por medio de este sacrificio, tenemos justificación para con Dios. La humanidad se aparta de Dios y el no nos forza a seguir sus pasos, es la elección de cada uno, pero si elegimos la vida en Cristo, ya el hijo pagó para que nuestras faltas fueran perdonadas, de nosotros quedaría la responsabilidad de ser una nueva criatura. 

Es como el prisionero que ha pasado más de 10 años dentro de una carcel, no tiene la libertad de salir y hacer lo que a él le gusta, lo han encerrado por sus delitos. Tiene la oportunidad de que un abogado interceda por él con el juez, aunque no tiene elementos para que dejen salir al prisionero, el abogado decide dar su vida por aquel que está encerrado. Te imaginas que haría aquel después de tantos años en prisión, enterarse que un hombre había ya pagado por él para que pudiera ser libre. Al poder salir, seguramente ya no sería el mismo, buscaría hacer las cosas bien y seguir la justicia y apartarse de las cosas malas que antes de estar en prisión había hecho. 

De esta Manera se muestra la gran Misericordia de Dios para todos nosotros. 

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,  Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos

1 Pedro 1:3‭-‬4 RVES

Celebremos la Misericordia de Dios y busquemos alcanzarla, que para esto ha sido manifestada, para que todos puedan probar lo hermoso y maravilloso que es tener una vida en Dios con la guía de su hijo Jesucristo. 

Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

Hebreos 4:16 RVES

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