La diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento en la Biblia, es importante para comprender los pactos y las bendiciones vigentes que podemos acceder el día de hoy por medio de Jesucristo. El vino a enseñarnos cómo Dios establece pactos con su Iglesia, con el propósito de que todos puedan conocerlos y acceder a ellos.
La Revelación en el Antiguo Testamento: El antiguo testamento lo conocemos por ser la historia del pueblo de Israel, con el que establece el primer pacto. En el Libro de Génesis por medio de la circuncisión, apartaría a toda una descendencia para que hiciera su voluntad. Y parte del pacto también es, las bendiciones que le da a Abraham para él y su descendencia.
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
Genesis 17:7
Y por medio de la circuncisión en la carne estableció con ellos un pacto, todos los que lo llevaran a cabo, tendrían acceso a las bendiciones de Dios.
El pacto en el monte Sinaí: En el evento que se conoce como la entrega de la Ley en el monte Sinaí, Dios establece también un pacto con ellos. Para que se comprometieron a guardar todos los mandamientos. Si ellos guardaban estos mandamientos, también Dios promete una serie de bendiciones para todo aspecto de los hijos de Dios.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Éxodo 19:5
Así confirmó en el antiguo testamento promesas para todos lo que siguieran la voz de Dios, también los extranjeros podían acceder a este pacto, tendrían también que circuncidarse y guardar los mandamientos de Dios.
La Promesa Cumplida en el Nuevo Testamento: Aquí, vemos la manifestación del amor y la gracia de Dios a través de la redención ofrecida a través de Jesús. (Efesios 1:7-8) – En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Y así como en la antigüedad establecería un pacto sobre mejores promesas.
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
Hebreos 8:6-7
El ministerio que nos enseña Jesús es para poder comprender cómo haría una transición, para establecer ahora para todo el mundo, la posibilidad de asumir un pacto con Dios. La circuncisión que serviría como alianza entre Dios y sus hijos que quisieran abrazar esa fe. Ahora la establecería por medio del bautismo.
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
Colosenses 2:11-12
La Transición y la Continuidad: Ambos testamentos están unidos por el tema central de la redención y la revelación de Dios. Jesús mismo afirmó que no vino a abolir la ley, sino a cumplirla (Mateo 5:17) – “ No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor.” lo que resalta la continuidad y el cumplimiento del plan a lo largo de la historia.
Y la ley que fue entregada en el Sinaí, ahora la podemos comprender por Espíritu, para poderla cumplir. Con el mismo fin que buscaba Dios desde el tiempo pasado, que sus hijos alcancemos la Salvación y la Vida Eterna.
He aquí vienen días, dice el Señor. En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres, el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo.
Hebreos 8:8-10
Estas leyes necesitamos que estén escritas en nuestros corazones, y por la fe de Jesús las sigamos guardando en su transición espiritual. Para que seamos perfectos sin faltar en ninguna cosa. Así que los dos testamentos se complementan entre sí, mostrando la revelación y el cumplimiento de las promesas divinas en Jesucristo. Ambas secciones de la Biblia son fundamentales para entender la historia de la redención y el plan eterno de Dios para la humanidad.