La Biblia nos ofrece una guía clara y práctica, la intimidad con nuestro Creador no es solo un anhelo humano, sino una realidad alcanzable a través de la oración, el estudio de Su Palabra y la comunión con otros. 

1° Oración constante:

 La oración es un vínculo vital en nuestra relación con Dios. Es el medio por el cual podemos comunicarnos directamente con nuestro Creador, compartiendo nuestros pensamientos, emociones y necesidades. A lo largo de la Biblia, se nos insta a buscar a Dios en oración, confiando en Su poder y amor para responder a nuestras peticiones. Exploremos cómo la constante comunicación con Dios en oración nos acerca más a Él y fortalece nuestra fe

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

(Filipenses 4:4-7)

2°Estudio de la Palabra:

 Lee la Biblia regularmente para conocer la voluntad de Dios y entender su carácter. La Palabra de Dios es una fuente inagotable de sabiduría, revelando su carácter, propósito y voluntad para nuestras vidas. A través del estudio de las Escrituras, podemos profundizar nuestro conocimiento de Dios y fortalecer nuestra fe. La Biblia nos invita a sumergirnos en Su Palabra, meditar en ella día y noche, para que podamos crecer en comprensión y vivir de acuerdo con su verdad.

“Tu palabra es una lámpara a mis pies, y una luz en mi camino.” 

(Salmos 119:1059

3°Comunión con otros:

 Participa en la comunidad de creyentes para crecer junto con otros en la fe y adorar a Dios juntos. La vida cristiana no está destinada a ser vivida en aislamiento, sino en comunidad con otros. La iglesia es el cuerpo de Cristo, donde podemos adorar juntos, crecer en nuestra fe y apoyarnos mutuamente en el camino de la vida.

“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacer algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”

(Hebreos 10:25)

Cultivemos una relación profunda con Dios, con compromiso y cuidado, a través de la oración constante, el estudio de la palabra y la comunión con la iglesia es como podemos acercarnos a nuestro creador para experimentar su amor infinito a nosotros. ¡Que cada paso que demos nos acerque más a la presencia amorosa de Dios y nos lleve a una nueva vida transformada en Él!

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