Hace muy pocos días al viajar en el metro y en un momento de ociosidad me puse a contar los anuncios comerciales que habían en un vagón, el número me dejó asombrado pues sobrepasaba los 36, y es que al llegar a esa cuenta mi asombro creció cuando me percaté que ninguno se repetía, así que dejé de contar y procedí a ver cuales eran los productos que conocía (vaya que era un instante muy ocioso), cuando hacía esto, me di cuenta que muchos de ellos ni siquiera los estaba leyendo, es decir que con tan sólo verlos sabía qué eran, vaya identificar la ola de coca cola, es algo tan común que ni siquiera se piensa, o ver un pingüino viajando en el mismo metro, leyendo, etc., únicamente lo puede hacer el pingüino marinela.
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