“ Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con hacimiento de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4: 6,7)
La influencia de la oración es algo que solamente los que han saboreado las bendiciones de la oración podrán explicar. Santiago dice: “…No tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. (Santiago 4:2) El gran maestro que nos trazó el sendero de la oración también dijo: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7)
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