¿Jesús fue un judío que guardó los mandamientos de su Padre ? Es una pregunta que en el mundo cristiano existe una gran controversia, sobre la verdadera identidad de Jesucristo. Algunos creen que era un líder religioso universal, mientras que la Biblia nos describe que era un judío fiel que observaba la ley y los mandamientos de su Padre. En este artículo, examinaremos cómo Jesucristo era un judío que guardó fielmente sus tradiciones y evangelizó primero a su pueblo, las ovejas perdidas de la casa de Israel.

En primer lugar, debemos reconocer que Jesucristo nació en una familia judía. Su madre, María, era judía, y su padre adoptivo, José, también era judío. La familia de Jesús vivía en la región de Galilea (Lucas 2:4,5), que estaba poblada en su mayoría por judíos. Además, Jesús fue circuncidado según la tradición judía (Lucas 2:21,22), lo que indica que su familia seguía las prácticas judías.

La educación de Jesús

Cuando era pequeño se formó dentro de la educación judía de aquellos tiempos, las escuelas rabínicas. Una de las escuelas más importantes era la escuela de Hillel, que estaba ubicada en Jerusalén. Hillel era un sabio judío muy respetado que había desarrollado una forma de interpretación de la Ley que enfatizaba la compasión y la ética en lugar del legalismo. La escuela de Hillel tuvo una gran influencia en el judaísmo posterior y en la enseñanza de Jesús.

El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.

Lucas 2:40

Otra escuela importante era la escuela de Shammai, que también estaba ubicada en Jerusalén. Shammai tenía una interpretación más estricta y legalista de la Ley que a menudo contrastaba con la de Hillel. La escuela de Shammai también tuvo una gran influencia en el judaísmo posterior y en la enseñanza de Jesús.

46 Aconteció que después de tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que lo oían se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas.

Lucas 2:46, 47

Jesús guardó los mandamientos

Además de su herencia judía, hay muchas pruebas en los evangelios que sugieren que Jesús era un judío piadoso que guardaba los mandamientos de su Padre. Por ejemplo, en Mateo 5:17-19, Jesús dice: “No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir. Porque les aseguro que mientras existan cielo y tierra, no desaparecerá de la ley ni una letra ni una tilde hasta que todo se haya cumplido. Así que cualquiera que anule uno de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos”.

Este pasaje muestra claramente que Jesús no vino a abolir la ley judía, sino a cumplirla. También indica que Jesús era un defensor de la ley y los mandamientos de su Padre.

Hay muchos otros ejemplos en los evangelios que respaldan la teoría de que Jesús era un judío piadoso que guardaba los mandamientos de su Padre. Por ejemplo, en Lucas 2:41-42, se dice que Jesús y su familia viajaron a Jerusalén para celebrar la Pascua, lo que demuestra que Jesús y su familia seguían las prácticas judías.

En Marcos 1:21-22, se describe cómo Jesús enseñaba en la sinagoga de Capernaum en el día de reposo. Esto indica que Jesús no solo asistía a la sinagoga, sino que también enseñaba allí, lo que sugiere que estaba familiarizado con las leyes judías.

Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés.

Gálatas 4:4 DHH

La encomienda de rescatar primero al pueblo de Israel

Como Jesús guardó los mandamientos de su Padre, se había hecho la promesa de levantar un profeta en medio de las doce tribus. Para que los guiara nuevamente a la Salvación, el Redentor de Israel. Y Jesús cumplió fielmente a lo que Dios había prometido a su pueblo.

15 “El SEÑOR tu Dios te levantará un profeta como yo de en medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharán.

Deuteronomio 18:15

Así es la misma misión que le compartiría el maestro de Galilea a sus discípulos, enviándoles para predicar su evangelio a toda criatura.

5 A estos doce los envió Jesús, dándoles instrucciones diciendo: “No vayan por los caminos de los gentiles ni entren en las ciudades de los samaritanos. 6 Pero vayan, más bien, a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y cuando vayan, prediquen diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado. Mateo 10:5-7

La casa de Israel que ya guardaba los mandamientos de Dios, pero que su corazón estaba alejado de hacer la voluntad de Dios. Se habían perdido del camino de la Verdad y comenzaban a copiar tradiciones que veían en otros pueblos. Jesús viene a recordarles que solo hay un camino para encontrar esa bendición de Dios.

10 Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10

Así que Jesús no vino a otro pueblo, sino a este redil que siempre cuido Dios, recordemos que si Jesús no hubiera guardado toda la ley, el pueblo que buscaba condenarlo, encontraría armas para poderlo acusar y condenar. Pero a ellos les predicó con el ejemplo, siempre mostrando fidelidad a su Padre.

Y respondiendo dijo: —Yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Mateo 15:24

En resumen, hay muchas pruebas en los evangelios y en las cartas apóstolicas que sugieren que Jesucristo era un judío piadoso que guardaba los mandamientos de su Padre. Esto es importante porque demuestra que Jesús no era un líder que viniera a quitar todo lo que su Padre le había enseñado a su pueblo, sino que estaba arraigado en la tradición judía y observaba las prácticas y leyes judías. Además, esto nos ayuda a entender mejor la vida y el ministerio de Jesús, y nos da una idea de cómo vivió y enseñó.

En conclusión, Jesucristo era un judío que guardaba los mandamientos de su Padre. Esto es evidente en los evangelios y es importante para entender su identidad y su papel en la historia del cristianismo.

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