Cuando miramos un cielo estrellado, la inmensidad del mar o pensamos en la infinidad del universo solemos sentirnos muy pequeños, nuestra mente tiene capacidades limitadas para entender todas esas cosas; y aunque podamos pasar mucho tiempo pensando en ellas y tengamos respuestas personales muy profundas, siempre hay algo que las conecta de forma universal con nosotros, nos sentimos parte de esa inmensidad a pesar de ser tan diminutos.
Dios no necesita de un cielo o de una casa para habitar, su inmensidad lo abarca todo, hay algo dentro de todos que nos indica que ahí se encuentra, Dios está presente en las cosas que conocemos. La Biblia nos muestra pasajes que enseñan de todo lo que en la eternidad ha creado Dios para nosotros. Siendo un ser metafísico ha existido antes que hubiera materia, es considerado como la mente universal que mueve todo, por lo cual es inmutable, su palabra es eterna y exacta y lo que ha determinado para nosotros sin existir el tiempo y el espacio, se ha cumplido en exactitud.
¿No sabéis? ¿No habéis oído?
¿No os lo han anunciado desde el principio?
¿No lo habéis entendido desde la fundación de la tierra? (Isaías 40:21).
Todas las cosas que existen en el universo siguen un orden establecido para que cumplan un propósito, todo se complementa y está perfectamente diseñado para que cada cosa a su tiempo sean comprendidas. Si hay cosas que no tan fácil entendemos también tienen un un por qué, hay misterios que al hombre le son revelados y lo oculto le pertenece a Dios (Leer Deuteronomio 29:29).
Dios utiliza a los profetas para revelar sus planes a la humanidad en la carta a los Romanos 16:25, 26 dice: Y el que puede confirmarnos según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio encubierto desde los tiempos eternos, mas manifestado ahora, y por la escritura de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, declarado a todas las gentes para que obedezcan a la fe.
Todo el plan que Dios tiene para la humanidad ha sido revelado y al tiempo determinado, algunos de esos anuncios se cumplieron con Jesucristo el hijo de Dios y otras están por confirmarse cuando venga por segunda vez, cosas y eventos que fueron revelados por su espíritu.
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. (1a. Corintios 2:10)
Si reconocemos que hay un Dios en este mundo, debemos estudiar la preordenación y las enseñanzas de su hijo, Cristo recibió toda la instrucción y las obras que hizó en la tierra fuerón predeterminadas por su padre. A su hijo se le anunció todas las cosas que habría de hacer y de decir. Así como el sufrimiento y los acontecimientos que había de padecer por la humanidad. Dentro del plan de Dios su tiempo había sido contado, para que todos los que creyeran que Jesucristo fue y es el unigénito hijo de Dios, no se pierdan y su confianza y fe esten fundadas en la vida que recibirán por toda la eternidad.
El reino prometido a los hijos de Dios, ha estado preordenado, por lo cual a los profetas les fue revelado este secreto, el plan es que todos los hombres sean salvos y si por Cristo es la entrada a la salvación, hay que ser prudentes y conocer ¿Qué es lo que necesito para ser parte de ese plan?
Te recomendamos la Siguiente lectura: