Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente. Recordad las maravillas que Él ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca, oh simiente de Abraham, su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos. Él es el SEÑOR nuestro Dios; sus juicios están en toda la tierra.

Salmo 105: 4-7

Si hay un principio de todo lo que conocemos, como lo puede ser nuestra vida y de todo lo que nos rodea, independientemente de si creemos en un Dios creador de todo o no, hay un principio para cada uno e inició el día en que fuimos concebidos. Desde ese día todo lo que determina nuestras decisiones y nuestros pensamientos, fue lo que aprendimos y recibimos por medio de nuestro entorno. Un mundo lleno de leyes que obedecen a un poder para tener equilibrio en todo el universo: el tiempo, el espacio, todo lo que se puede medir, está perfectamente diseñado y no hay en él falla.

Un ejemplo lo podemos ver en el tiempo en el que se concibe un ser vivo. En los seres humanos, el salto cualitativo esencial, se produce cuando dos sustancias, entre las que existe una mera relación externa (óvulo y espermatozoide) pasan a formar una única sustancia. El ser humano es un ser biológico que tiene 46 cromosomas humanos en cada célula desde el primer instante de la concepción. La célula resultado de la fecundación es una célula extraordinaria, única, femenina o masculina. Nunca existirá otro ser humano exactamente a ése ni ha existido otro igual. Este óvulo fecundado es un ser humano con un vasto potencial que irá desarrollando a lo largo de su crecimiento. Todo esto es constatado por medio de ultrasonidos, estetoscopios y conocimientos genéticos, por lo tanto es demostrable científicamente.

El ser humano y todo lo que lo compone fue diseñado por un poder superior, porque es una obra perfecta en toda su extensión y cuando comprendemos esto en toda la creación, en nuestra mente siempre estará presente un supremo Creador, un ser que determinó el principio y fin de los tiempos para cada uno de nosotros, ese ser Eterno y poderoso que con su poder hizo los cielos y la tierra, en las culturas y en las naciones está presente, muchas ocasiones conforme a nuestra voluntad, lo hemos querido representar en formas y lo hemos puesto en posiciones humanas, porque ello nos facilita su comprensión y también nuestras acciones delante de Él. Pero si Dios quisiera ser conocido por su propia obra, lo más lógico es que sea conforme a su voluntad y no a la nuestra.

Por ello tenemos un libro, “La Biblia” un conjunto de libros que ha sido descrito según la voluntad del creador, que si lo estudiamos comprenderemos el porqué de muchas de las cosas que por ignorancia, el mismo hombre ha querido ocultar o cambiar, en este libro no habrá contradicciones ni tampoco cosas que nos pudieran confundir, si bien hay cosas que son misterios para el hombre pero, esos detalles tienen una razón por la que se mantienen hasta ahora así.

Si queremos conocer a ese Dios y ser uno de sus escogidos, no confiemos en el hombre que suele hacer todo según su pensamiento, hay que cuestionarnos todo lo que el hombre dice y si es algo que confiere a Dios, debemos de dar la oportunidad de poderlo estudiar conforme a su palabra, conocer por Él los prodigios que ha mostrado a toda la humanidad, todas las leyes que obedece la naturaleza son para beneficio del hombre, para que nadie ignore que solo hay un Dios y es la suprema figura de honra y alabanza en todo el universo.

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